Philippe Genty lleva a sus marionetas a contar el sueño de una niña en ‘Ne m’oublie pas’
Genty es un director de teatro de origen francés. Inquieto , vanguardista fundó su compañía en 1968 y su manera de hacer teatro tiene que ver con la ilusión, las sensaciones, los sueños. En sus espectáculos hay actores de todo el mundo, marionetas, títeres, mimos, bailarines, malabaristas,…etc. Espectáculo sumamente visual. El escenario se enriquece para dar paso a todo tipo de interpretación por parte del público que decide emprender este viaje único e imaginativo.
Philippe Genty habla despacio. Tartamudea. Quiere explicar por qué su espectáculo teatral Ne m’oublie pas (No me olvides) tiene títeres, pero le cuesta. “Hace tres años sufrió un ictus, por eso tiene problemas para comunicarse”, dice Mary Underwood, que desde entonces le ayuda a hablar. Lo hace porque él lo necesita pero también porque es codirectora de esta pieza, estrenada en París en 1992.
Ella lo conoció en 1966, después de que Genty pasara cuatro años haciendo una gira por el mundo en un viejo coche Citroën. Underwood empezó a jugar con títeres un día y le dio la idea de incluirlos en los espectáculos que él escribía. “Era bailarina y me dijo que me quedara con él, que no me fuera a Inglaterra porque tenía cosas mejores para mí. Pero me puso a coser”, cuenta ahora entre risas. Se casaron en 1968 y desde entonces han sido coautores de numerosas obras de teatro, siempre con los títeres como protagonistas.
Esta vez han llegado a los Teatros del Canal de Madrid dentro de la programación del Festival de Otoño a Primavera con un elenco de jóvenes de la escuela de teatro gestual de Verdal en Noruega. La dificultad de Genty para expresarse hablando le ha llevado a desarrollar más su arte. “Las palabras han desaparecido un poco, puedo jugar mucho más con las imágenes, es como si se hubieran vuelto más fuertes”, explica.
La historia que están contando no es convencional. Es un sueño. No hay una trama porque todo se desarrolla en el seno de los miedos y conflictos de una chica, desde que es una niña hasta que alcanza la madurez. “Todos tenemos nuestros propios símbolos cuando soñamos. Lo que hicimos fue tratar de encontrar una metáfora que permitiera al público entender estos símbolos, meterse dentro de estos sueños”, describe Genty.
Una de las principales marionetas del espectáculo es una chimpancé, encargada de llevar adelante la historia, pero cada actor tiene además un doble maniquí con el que baila, se mueve y hasta llega a confundir al espectador. Uno cae, el otro se levanta, y por momentos parece que los dos tienen vida o que ambos son inanimados. “No esperábamos que fueran tan buenos, ni que dieran este resultado. Trabajan muy duro y eso se agradece porque nosotros exigimos mucho”, admite Underwood sobre los actores. El nombre del espectáculo es, en realidad, una coincidencia: el verano en el que escribían la obra Genty encontró un tapiz en casa de Underwood con la frase Forget me not, en inglés, y decidió que eso era lo que quería representar. En Madrid estarán hasta el próximo domingo, pero antes de junio viajarán a Polonia, volverán a Francia, Argentina y pasarán una semana en Rusia, con su gira simultánea de cinco piezas diferentes.
Os mostramos una pequeña muestra del arte de Philippe Genty: